


"El baile"
Título de la serie: El baile (Dia y Noche)
Técnica: Spray sobre lienzo
Medidas: 50x70 cm
Firmado y lugar: Parte inferior derecha
Fecha de producción: 2024
Precio: 400€ x ud
Los dos bustos humanos, uno masculino y otro femenino, representan las polaridades del ser humano, reflejando la dualidad entre la fuerza y la gracia, la luz y la oscuridad, el día y la noche. Esta danza visual celebra la complementariedad que hay en nuestro entorno, destacando cómo sus diferencias se entrelazan armoniosamente en la rica paleta de la experiencia humana. El cuadro captura la esencia de la vida como una danza cósmica entre opuestos que, al fusionarse, crean una sinfonía visual única.
"Noche"




En el vasto lienzo de la existencia humana, se despliegan las polaridades que definen nuestra complejidad. Como el día y la noche, el sol y la luna, hombres y mujeres representan dualidades que coexisten en armonía y danza perpetua. Quitando los sexos de por medio se quiere representar a la energía masculina y femenina que existe en nosotros y nuestro entorno. Estas energías son un ciclo infinito donde todo inicio tiene un fin y viceversa.
Los bustos, intrínsecamente distintos en su esencia, pero con elementos comunes, reflejan las polaridades inherentes al ser humano. El masculino, con su fuerza y determinación, encarna la luz del día, irradiando energía y vitalidad. A su lado, la femenina personifica la elegancia de la noche, con su misterio y sensualidad que despiertan a medida que cae la oscuridad.
La danza entre estos bustos no es solo una expresión física, sino un símbolo de la interconexión entre las dualidades de la existencia. Los contrastes entre fuerza y gracia, luz y sombra, crean una armonía que solo puede emerger cuando ambas polaridades se entrelazan en una danza cósmica.
En este cuadro, las diferencias entre masculino y femenino no son divisiones, sino ingredientes vitales, es decir vivencias, emociones, sentimientos, traumas y miedos, que se fusionan para crear una sinfonía visual. La danza entre estos dos bustos no solo celebra las polaridades, sino que también revela la belleza intrínseca de la complementariedad.